3.04.2007

Ausencia

Mil cosas deberían estar en mi cabeza y sólo encuentro una. Ya que no te tengo, ya que todo mi yo vive en ti.


¿Qué puedo hacer si no consigo abrazarte? ¿Qué puedo hacer sino resignarme, sino pensar que las cosas son como son y no puedo hacer nada contra lo que es sin ser y me deja sin saber qué hacer, ahora que no puedo ver tus ojos? ¿Qué puedo hacer más que darte los buenos días con un beso en los labios tan suave como la tímida luz del alba que se cuela entre las sábanas, como tú te colaste en mi vida sin siquiera darnos cuenta?


¿Qué puedo hacer sino ser feliz entre lágrimas de ausencia? ¿Qué puedo hacer si mi vida tiene tu nombre y tus manos, si mi ser besa con tus labios, si mi alma grita sin tenerte, si mis huesos se quiebran sin la suerte de que vuele el reloj hasta el mismo momento de sentirte de nuevo entre mis penas tornadas en alegrías? ¿Qué puedo hacer sino amar a la persona que recogió del suelo mis pedazos de esperanza y me brindó un mundo de ilusiones vividas y por vivir? ¿Qué puedo hacer sino romperme yo mismo si algún día veo rotas esas ilusiones, si algún día tu ausencia es permanente y no puedo oír de tus labios en la estación que pronto nos veremos? No me importa lo que piensen, es humano sentir miedo. Miedo de morir en vida.


Es humano amar.


Es muy fácil amarte.